El Tano Pratt, en Argentina, 1950. Quizás en la terraza del chalet de Acassuso en el que vivió.
En los 50 el tano ya era Pratt acá y en Italia no era nadie.
Vivió casi 15 años en nuestro país, creció, se casó, tuvo hijos. Conoció a Salinas, a Breccia, a Oesterheld. Se formó como el gran narrador que en los sesenta volvió a Italia para convertirse en uno de los grandes.
Después vendría el Corto y todo lo demás, que no es poco.
Pero el Tano, en el 50 ya era Pratt acá, antes que en otro lado.
Tengo esta foto impresa, pegada a la pared frente a mi tablero.
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