octubre 12, 2009

James Swinnerton

James Swinnerton (1875-1974).
Este autor, muchas veces eclipsado por la figura de Richard Felton Outcault (The Yellow Kid), fue decisivo a la hora de entender el cómic tal y como lo conocemos ahora.
A los 14 años huyó de su casa natal y viajó hasta San francisco. Hacia 1892 empezó a colaborar como ilustrador y caricaturista para el San Francisco Examiner de William Randolph Hearst. Bajo la tutela de Hearst, con el que forjaría una duradera amistad, Swinnerton publicaría una gran cantidad de trabajos en los que exploraría las posibilidades del nuevo arte. Asi llegarían: “Sam and his Laugh”, “Professor Nix”, “Little Katy and her Uncle”, “Mount Ararat”, “Mr. Batch”, “Mr. Jack”, “Little Jimmy”, “Canyon Kiddies”, “The Daydreams of Danny Dawes”, y “Rocky Mason, Government Marshall”. “The Little bears”, otra de sus tiras, fué pionera incluso antes que The Yellow Kid, en la utilización de viñetas y globos de diálogos y se convertiría en una de las primeras en utilizar personajes fijos. Little Jimmy a su vez sería la mas duradera y aparecería de forma ininterrumpida por 54 años.
Gracias a la popularidad de su trabajo, a los 27 años de edad, Jimmy (como era conocido entre sus allegados) era un joven de vida relajada que disfrutaba de las mujeres y del alcohol en la New York de principios de siglo. Como resultado de esto y luego de una serie de extrañas hemorragias los doctores le diagnosticaron tuberculosis y le pronosticaron una par de meses de vida. De regreso a California y cuando todo hacía prever su muerte, Swinnerton (aconsejado por un amigo) se sometió a una estricta dieta de huevos crudos que milagrosamente le salvó la vida y lo llevó a vivir casi hasta los cien años.
Cuenta la leyenda que desde aquel día, el rehabilitado Swin se sacaba el sombrero en señal de gratitud cada vez que veía una gallina. Believe it or Not!

2 comentarios:

  1. La anécdota de los huevos es muy buena! Y yo con el colesterol alto! Qué cagada... :)

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  2. La anécdota es muy buena como para ser cierta. Yo desconfío un poco de su veracidad, pero es cierto que Swinnerton tuvo una vida bastante extraña y realmente se recuperó de su enfermedad así que no es de extrañar que algo de cierto haya en todo eso. Saludos!

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